Rodrigo citó Baudolino de Umberto Eco
–Los Magos, ¡ah! – decía-. La tradición los menciona continuamente, y muchos Padres nos han hablado de ellos, pero los Evangelios callan, y las citas de Isaías y de otros profetas dicen y no dicen: alguien las ha leído como si hablaran de los Magos, pero también podían hablar de otra cosa. ¿Quiénes eran? ¿cómo se llamaban de verdad? Algunos dicen Hormidz, de Seleucia, rey de Persia, Jazdegard rey de Saba y Peroz rey de Seba; otros Hor, Basander, Karundas. Pero según otros autores muy fidedignos, se llamaban Melkon, Gaspar y Balthasar, o Melco, Cáspare y Fadizarda. O aún, Magalath, Galgalath y Saracín. o quizá Appelius, Amerus y Damascus…
–Appelius y Damascus son bellísimos, evocan tierras lejanas, – decía Abdul mirando hacia quién sabe dónde.
–¿Y por qué Karundas no? – replicaba Baudolino-. No debemos encontrar tres nombres que te gusten a ti, sino tres nombres verdaderos.
El canónigo proseguía:
–Yo propondría a Bithisarea, Melichior y Gataspha, el primero rey de Godolia y Saba, el segundo rey de Nubia y Arabia, el tercero rey de Tharsis y de la ínsula Egriseuta. ¿Se conocían entre sí antes de emprender el viaje? No, se encontraron en Jerusalén y, milagrosamente, se reconocieron. Pero otros dicen que se trataba de unos sabios que vivían en el monte Vaus, el Victorialis, desde cuya cima escrutaban los signos del cielo, y al monte Vaus regresaron después de la visita a Jesús, y más tarde se unieron al apóstol Tomás para evangelizar las Indias, salvo que no eran tres sino doce.
–¿Doce Reyes Magos? ¿No es demasiado?
–Lo dice también Juan Crisóstomo. Según otros se habrían llamado Zhrwndd, Hwrmzd, Awstsp, Arsk, Zrwnd, Aryhw, Arthsyst, Astnbwzn, Mhrwq, Ahsrs, Nsrdyh y Mrwdk. Con todo, hay que ser prudentes, porque Orígenes dice que eran tres como los hijos de Noé, y tres como las Indias de las que procedían.
— Baudolino por Umberto Eco